martes, 17 de agosto de 2010

Satén

Cantaré, cantaré toda la noche, cantaré a viva voz, cantaré con el corazón, cantaré sin parar, sin sentido y sin pensar.

Gritaré hasta enmudecer, quiero que me escuchen las estrellas, la luna, el sol y el mar, las montañas correrán, las aves huirán, y solo entonces, cuando libre al fin esté, lograré escuchar, me hablarás de tu verdad, de tu historia y tu pesar.

 Un día la princesa confió en el trovador, le confió su corona, sus sueños y su amor,
pero el huyó, la amargura le embargó , algo se quebró, sus esperanzas se apagaron y todo el mundo sin el, palideció, la oscuridad cegó de pronto el cielo y la tierra se cayó.

 Llora princesa, llora, inunda por completo esta canción, limpia tu tristeza y mi dolor.

La fragilidad se vio envuelta en flores de satén, la dureza enmascaró su rostro; bella, al fin, sin más sonrisas se quedó.
Ojos vivos extinguidos, labios dulces marchitados, un corazón aletargado son las huellas que en mi, tu amor dejó.